Un grupo de pacientes del Centro de Día de Monzón de ASAPME Huesca vivió en el pasado mes de junio unos días de vacaciones inolvidables, llenos de naturaleza, compañerismo y muchas sonrisas.
Primer día: rumbo a Boltaña
El viaje
comenzó con la ilusión a flor de piel. El grupo se desplazó hasta Boltaña,
un rincón del Pirineo aragonés cargado de encanto. Se alojaron en cómodos
bungalows del camping de la localidad, donde pudieron sentirse como en casa
desde el primer momento. La tarde la aprovecharon para instalarse, explorar las
instalaciones y disfrutar de la tranquilidad del lugar, rodeados de montañas y
aire puro.
Segundo día: descubriendo Broto, Torla y Ordesa
El segundo día fue sin duda el más intenso y emocionante. Visitaron tres
lugares imprescindibles de la comarca: Broto, Torla y el
impresionante Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Allí pudieron
pasear por parajes naturales de gran belleza, respirar la calma del bosque y
asombrarse con los paisajes pirenaicos.
A mediodía,
hicieron una comida conjunta muy especial: prepararon ellos mismos el menú,
poniendo en práctica todo lo aprendido en el taller de actividades de la
vida diaria-cocina que se realiza habitualmente en la entidad. Fue un
momento divertido, colaborativo y muy sabroso, que reforzó aún más los lazos
del grupo.
Por la
tarde, después de tanta actividad, en el camping aprovecharon para descansar,
jugar unas partidas de ping pong y darse un merecido chapuzón en la piscina,
aprovechando al máximo las instalaciones.
Tercer día: Aínsa y despedida
En el viaje
de regreso, hicieron una parada en la villa medieval de Aínsa, uno de
los pueblos más bonitos de España. Pasearon por sus calles empedradas, admiraron
las vistas desde su plaza mayor y se dejaron envolver por su historia y su
ambiente acogedor.
Finalmente,
volvieron a Monzón con la mochila llena de recuerdos, fotos y anécdotas que
seguro seguirán comentando durante mucho tiempo.